sábado, 21 de diciembre de 2013
Alejandra Pizarnik
Anoche bebí demasiado porque comí con unos idiotas, unos arquitectos, con sus mujercitas, que hablaban de aviones y del servicio militar en todos los países del mundo. Eran muchachos de veinticuatro a treinta años. Odio a la gente joven, seria y estudiosa; con su porvenir abierto y sus miserables deseos de automóviles y departamentos. Los únicos jóvenes que acepto son los bizcos, los cojos, los poetas, los homosexuales, los viudos inconsolables, los frustrados, los obsesionados, sean condes o mendigos, comunistas o monárquicos, mujeres, hombres, andróginos o castrados.
(Diarios)
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