miércoles, 18 de septiembre de 2013

Thomas de Quincey


Llevados por un instinto natural, la culpa y el sufrimiento se retraen de la mirada del público: solicitan el retiro y la soledad y hasta cuando eligen una tumba se apartan a veces de la población general de los cementerios, como si renunciaran a su lugar en la gran familia del hombre y desearan humildemente expresar soledades de penitencia.

 (Confesiones de un inglés comedor de opio)

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